Friday, July 15, 2011

Carlos Varela: ese pequeño gigante de la cancion

El cantautor cubano Carlos Varela en la última etapa de su tercera gira por Estados Unidos.-

Más que hermosos versos sabiamente fusionados con la música cuyo discurso identifica inquietudes actuales, puros sentimientos expresados en melodías antológicas fue la gira que ofrece el cantautor cubano Carlos Varela en su tercera visita a Estados Unidos.
El año 1978 marca el inicio de sus composiciones. Ya en 1980 forma parte del Movimiento de la Nueva Trova pero quizás por sus temáticas crea una dimensión diferente que se llamará Novísima Trova. Cronista y crítico de su época por la tangencia testimonial de sus canciones, recoge el sentir de toda una generación que veía en su imagen la ternura y la fortaleza de su propia voz. Hoy, a sus 48 años, Varela sigue siendo “el rebelde con causa” que no abandona definitivamente su país pero que juzga con osadía los viejos esquemas que frenan todo tipo de desarrollo en su Isla.
No todo el mundo tiene la suerte de fundar una banda musical a los 25 años cuya trayectoria ha ido en pináculo. Sus músicos desde los inicios, han poseído y poseen la calidad suficiente y necesaria para ser un complemento perfecto de un espectáculo que además de tener una sonoridad asombrosa despliega una belleza visual que cautiva al espectador, sumiéndolo en encontradas emociones. Súmese la personalidad del cantautor, la letra de sus canciones ¿contestatarias? la destreza melódica fusionada con los versos y tenemos al pequeño gigante devenido —muy a su pesar y con disgusto— el Bob Dylan cubano.
Carlos Varela realiza varias giras nacionales e internacionales al lado de los ya consumados cantautores cubanos Silvio Rodríguez y Pablito Milanés, lo cual consolida su imagen, y en 1995 acompaña al cantante español Joaquín Sabina en un extenso periplo por toda España dando a conocerse al público europeo.
Una de sus canciones, “Tan joven y tan viejo”, integra un disco de Sabina, devenido gran amigo del cantante.
El 2004 es la fecha que marca un meteórico ascenso en su carrera cuando acompaña nada más y nada menos que al gran músico estadounidense Jackson Browne por toda Inglaterra y varios países de Europa. Y un año después, en el 2005, el director mexicano Alejandro González Iñarritu selecciona una de sus canciones “Una palabra” como tema musical de un cortometraje suyo: The Hire: Powder Keg. Por su elocuencia subliminal la incluyo:
Una palabra
Una palabra no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
igual que el viento esconde el agua
como las flores que esconden lodo
Una mirada no dice nada
y al mismo tiempo lo dice todo
como la lluvia sobre tu cara
o el viejo mapa de algún tesoro
Como la lluvia sobre tu cara
o el viejo mapa de algún tesoro
Una verdad no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
como una hoguera que no se apaga
como una piedra que nace polvo
Si un día me faltas no seré nada
y al mismo tiempo lo seré todo
porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo
Porque en tus ojos están mis alas
y está la orilla donde me ahogo
La belleza de los versos imbricados con maestría a una tonalidad melódica sin par la distinguieron hasta el punto de ser escogida como fondo musical de la última escena del filme, Man on Fire, del director norteamericano Tony Scott, hecho que la convirtió en una especie de himno interpretado por diversos cantantes en varios idiomas.
Grandes músicos como Joaquín Sabina, Luis Enrique, Ana Belén, Ana Torroja, Miguel Bosé y muchos más, han interpretado las canciones de este pequeño gigante cantautor cubano que responde al nombre de Carlos Varela.